Los Autos Locos de Piedralaves reúnen a 23 apasionados de la velocidad

Cuesta abajo, sin frenos y a lo loco. Muy a lo loco. Así se desarrolló la edición número doce de la Carrera de los Autos Locos de Piedralaves, todo un clásico ya del calendario festivo de esta localidad del Tiétar, que este sábado bullía de vida gracias a la cita.

Fueron 23 los automóviles que en esta ocasión se presentaron a la carrera: coches y triciclos o trikes (seis de ellos) con unos diseños de lo más llamativos y muy diferentes entre ellos pero con una cosa en común, las ganas de pasarlo bien de sus ocupantes.

Llegados desde el mismo Piedralaves, pero también desde la capital abulense, Pedro Bernardo, Granada y Cádiz, los participantes en la carrera comenzaron la jornada exhibiendo sus creaciones en la plaza del pueblo.

Después de un avituallamiento facilitado por el Ayuntamiento, y de un pequeño descanso, llegaba el momento más emocionante del día, el de la carrera. Empezando por la calle Fuente del Rosado, el recorrido bajaba por la calle del Doctor Vasallo y la calle Progreso para terminar en la calle Rosales.

«El pueblo está a tope, además nos hace muy buen día», decía Celia Sierra, teniente de alcalde de Turismo de Piedralaves, que hablaba de una actividad con mucho tirón y de la que disfrutan siempre los vecinos. Y además es un importante reclamo turístico. Por cierto, el más rápido en esta alocada carrera cuesta abajo fue el coche de Ángel Domínguez y Sergio Zurrunero, 'La perdigona', que completó el recorrido en apenas 56 segundos.

Vía: Diario Avila